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¿Qué se considera vivienda habitual en alquiler?: todo lo que debes saber

Descubre qué se considera vivienda habitual en alquiler y sus principales requisitos legales.

Tabla de contenido

El concepto de vivienda habitual es clave tanto para inquilinos como para propietarios, ya que está vinculado a diversos aspectos legales y fiscales que pueden influir en el contrato de alquiler. En esta guía, analizaremos en detalle qué se considera vivienda habitual alquiler, cuáles son los requisitos que debe cumplir, sus beneficios fiscales y las diferencias clave con el alquiler temporal. Esta información te será útil si estás alquilando o pensando en alquilar una propiedad, así como si eres propietario o inversor. Además, incluimos datos importantes de la Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG) sobre este tema.

¿Qué se considera vivienda habitual en alquiler?

Una vivienda habitual en alquiler es aquella que sirve como residencia permanente y continua del inquilino. Para ser considerada habitual, el arrendatario debe habitarla durante un mínimo de 183 días al año, lo cual implica más de la mitad del año fiscal. Este concepto tiene una gran relevancia legal, ya que afecta tanto los derechos del inquilino como los posibles beneficios fiscales asociados al alquiler de esa vivienda.

Duración mínima del alquiler para considerarse vivienda habitual

Uno de los factores más importantes a tener en cuenta es la duración del contrato de alquiler. Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), la duración mínima es:

  • 5 años (prorrogables por 2 años más) si el arrendador es una persona física.
  • 7 años (prorrogables por 3 años más) si el arrendador es una persona jurídica.

Los contratos que cumplen con estas condiciones pueden ser considerados como alquileres de vivienda habitual, lo que otorga al inquilino derechos adicionales y protección jurídica.

Vivienda habitual: definición y consideraciones importantes según SEAG

Según la Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG), una vivienda habitual se define como aquella en la que resides de manera permanente, y no necesariamente coincide con la primera propiedad que hayas adquirido. Hacienda, para efectos fiscales, establece que una vivienda es considerada habitual si cumple los siguientes criterios:

  • Residencia permanente durante al menos 3 años: El contribuyente debe vivir en el inmueble de forma continua durante un mínimo de tres años. Existen ciertas excepciones a este plazo, como matrimonios, traslados laborales o problemas que impidan residir en la vivienda.
  • Habitación efectiva en un plazo máximo de 12 meses: El contribuyente debe habitar la vivienda dentro de los 12 meses siguientes a su adquisición o finalización de las obras.

Estos requisitos son importantes para que la vivienda pueda recibir ciertos beneficios fiscales, además de definir su estatus legal.

Beneficios fiscales de la vivienda habitual en alquiler

Una de las ventajas más significativas de que una vivienda se considere habitual es que puede estar sujeta a beneficios fiscales, tanto para propietarios como para inquilinos. A continuación, detallamos algunos de los principales beneficios mencionados por SEAG:

Exención del impuesto por reinversión en vivienda habitual

Si vendes una vivienda habitual para comprar otra que también lo será, no tendrás que declarar las ganancias patrimoniales siempre que reinviertas en la nueva propiedad. Esto puede representar un gran ahorro fiscal para los propietarios.

Deducción por alquiler de vivienda habitual

Aunque la deducción por alquiler de vivienda habitual se eliminó para los contratos firmados después del 1 de enero de 2015, aquellos inquilinos que tienen contratos anteriores a esa fecha aún pueden beneficiarse de una deducción del 10.05% de las cantidades pagadas en alquiler.

Otros beneficios fiscales

Además de la exención del impuesto por reinversión y las deducciones por alquiler, existen otros beneficios aplicables a una vivienda habitual, como deducciones en el Impuesto sobre el Patrimonio (IP), Impuesto de Sucesiones y Donaciones (ISD) , así como reducciones en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP) y el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (AJD).


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Cómo demostrar a Hacienda que una vivienda alquilada es habitual

Si necesitas justificar ante Hacienda que una vivienda alquilada es tu residencia habitual, es necesario aportar varios documentos que confirmen que vives en el inmueble de manera continua. Aquí algunos de los más importantes, según SEAG:

  • Empadronamiento: El primer indicio que revisa Hacienda es el lugar donde estás empadronado.
  • Domicilio fiscal en la declaración de la Renta: Asegúrate de que tu domicilio fiscal esté actualizado en la declaración de la renta.
  • Suministros: Las facturas de los servicios básicos, como electricidad o gas, sirven para demostrar el uso efectivo de la vivienda.
  • Proximidad al trabajo o al centro de salud: Hacienda puede analizar la distancia entre la vivienda y tu lugar de trabajo o centro de salud, lo que ayuda a confirmar que es tu residencia habitual si tienes varias propiedades.

Diferencias entre alquiler de temporada y vivienda habitual

Es crucial distinguir entre el alquiler de vivienda habitual y el alquiler temporal, ya que ambos tipos de arrendamiento conllevan distintas implicaciones legales y fiscales. A continuación, te explicamos las principales diferencias, según la Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG):

Naturaleza del alquiler

En un contrato de alquiler de vivienda habitual, se debe especificar que el objetivo del arrendamiento es cubrir la necesidad de un hogar permanente para el inquilino. En cambio, el alquiler temporal tiene un propósito distinto, como servir para la realización de actividades profesionales o vacacionales.

Protección jurídica

Los alquileres de vivienda habitual tienen una mayor protección legal para el inquilino, con cláusulas y derechos garantizados por la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU). Los contratos temporales, por otro lado, no gozan de la misma protección.

Duración del contrato

Un contrato de vivienda habitual tiene una duración mínima de 5 años para personas físicas o 7 años para personas jurídicas, con derecho a prórrogas. En un contrato temporal, la duración se limita al tiempo pactado en el contrato, sin prórrogas obligatorias.

Para obtener más información y detalles sobre el concepto de vivienda habitual y todas las implicaciones legales y fiscales, te invitamos a visitar la página oficial de la Sociedad Española de Alquiler Garantizado (SEAG).

Recomendaciones para propietarios e inquilinos

Si estás pensando en alquilar una vivienda, ya sea como inquilino o propietario, aquí van algunas recomendaciones:

  • Propietarios: Asegúrate de que tu contrato de arrendamiento esté claro y cumpla con la normativa vigente. Si planeas alquilar una vivienda como habitual, infórmate sobre las obligaciones y los beneficios fiscales que puedes obtener.
  • Inquilinos: Revisa los términos de tu contrato y asegúrate de que la vivienda sea considerada como habitual si planeas residir en ella a largo plazo. Infórmate sobre las deducciones y otros beneficios fiscales que podrían aplicarte.

Que se considera vivienda habitual en alquiler: conclusión

Saber qué se considera vivienda habitual en alquiler es fundamental para quienes alquilan o planean alquilar una vivienda. Este concepto afecta no solo a los derechos del inquilino, sino también a las obligaciones fiscales y los beneficios que pueden obtener tanto propietarios como arrendatarios. Entender las diferencias entre el alquiler temporal y el habitual te ayudará a evitar complicaciones legales y a aprovechar al máximo las ventajas fiscales disponibles.

Para más consejos sobre alquileres y gestión de propiedades, te invitamos a visitar nuestro blog y mantente informado sobre las últimas tendencias del mercado inmobiliario.

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